Compare Produtos, Lojas e Preços

¡Haga su Búsqueda!

Google

martes, 23 de junio de 2009

Poema

AMOR: MIXTO DE MIEDO Y CORAJE
( J. BOTTI )
Amor es alma en expansión
Es cuerpo delirante,
Es grito, es silencio
Es corazón apretado,
Es la razón descontrolada,
Es cansancio, es abrazo
Amor es fascinación,
Es la lucidez en su límite,
Es tentación, es imaginación
Es añoranza, es tormento conciente
Es existir, es recordar
Amor es materia oscilante
Es seducción, es demencia
Es fragilidad, es coraje,
Es la constancia del miedo
Amor es inspiración
Es mentira, es prontitud
Es encanto, es verdad
Es dualidad, es el equilibrio
Es pasión, es deseo
Amor es necesidad,
Es misterio, es incertidumbre,
Es ganar, es perder
Amor es vida abundante,
Es muerte distante...
###
Buenos sueños a todos

domingo, 21 de junio de 2009

Um piauiense na Espanha


Caro conterrâneos!

Deus tomou providências e eu fui agraciado com uma bolsa de estudos na Universidade de Granada, Espanha. (foto acima) Parto no dia 06/07 e ficarei na Europa durante pouco mais de trinta dias com a missão de aprender muito para compartilhar quando voltar e assumo o compromisso de estreitar ainda mais os laços educacionais do nosso país com aquela que é uma das mais importantes nações do velho mundo mesmo em tempos não muito favoráveis.

Quero destacar e agradecer o apoio incondicional da APEEPI – ASSOCIAÇÃO DOS PROFESSORES DE ESPANHOL DO ESTADO DO PIAUÍ, em especial à Prof. Dra. Margareth Torres de Alencar Costa, presidente da associação, e da SEDUC, em especial ao senhor secretário, Prof. Dr. Antônio José Castelo Branco Medeiros.

Estou levando muita expectativa e espero trazer muitas experiências pra contar.
Acompanhem o blog e terão sempre notícias interessantes direto da Península Ibérica.

Desejem-me sorte e boa viagem! Obrigado!

jueves, 9 de abril de 2009

Notícias - Internacional

El discurso de Obama en español
Me presento hoy ante vosotros con humildad ante la tarea que tenemos por delante, agradecido por la confianza que me otorgáis y consciente de los sacrificios realizados por nuestros antepasados.
Agradezco al presidente Bush por los servicios prestados a nuestra nación, así como por la generosidad y cooperación mostradas a lo largo de esta transición.
Cuarenta y cuatro estadounidenses han prestado ahora juramento presidencial. Lo han hecho en períodos de prosperidad y en medio de las calmas aguas de la paz. Sin embargo, de vez en cuando el juramento fue pronunciado bajo nubes amenazantes y fuertes tormentas. En esos momentos, Estados Unidos ha mantenido el rumbo no solamente gracias a la pericia o la visión de sus dirigentes, sino también porque, Nosotros el Pueblo, mantuvimos la fe en los ideales de nuestros padres fundadores, y fuimos respetuosos de nuestros documentos fundacionales.
Así ha sido. Así deberá ser con esta generación de estadounidenses.
Que estamos en medio de una crisis es bien sabido. Nuestra nación está en guerra, contra una amplia red de violencia y odio. Nuestra economía está gravemente afectada, como consecuencia de la avaricia e irresponsabilidad de algunos, pero también por nuestro fracaso colectivo en tomar las decisiones difíciles y en preparar a la nación para una nueva era. Se han perdido hogares, puestos de trabajo, varias empresas debieron cerrar. Nuestro sistema de salud es demasiado costoso, nuestras escuelas dejan de lado a muchos de nuestros niños, y cada día hay nuevas evidencias de que la forma en que usamos la energía fortalece a nuestros adversarios y amenaza a nuestro planeta.
Estos son indicadores de la crisis, basados en datos y estadísticas. Menos mensurable pero no menos profunda es la pérdida de la confianza en nuestro país, alimentada por el temor de que el declive Estados Unidos es inevitable, y que la próxima generación deberá reducir sus expectativas.
Hoy os digo que los desafíos que enfrentamos son reales. Son graves y múltiples. No serán superados fácilmente o en un corto período. Pero sabed esto, estadounidenses, ¡los hemos de superar!
En este día nos reunimos porque elegimos la esperanza en lugar del temor, la unidad de objetivos en lugar del conflicto y la discordia.
En este día, proclamamos el fin de las reivindicaciones efímeras y las falsas promesas, las recriminaciones y los dogmas perimidos, que por demasiado tiempo han lastrado nuestra política.
Seguimos siendo una nación joven, pero como dicen las Escrituras, llegó el momento de dejar de lado los juegos infantiles. Llegó el momento de reafirmar nuestra fortaleza de carácter, de elegir la mejor parte de nuestra historia, de apelar a nuestras virtudes, a esta noble idea transmitida de generación en generación: la promesa dada por Dios de que todos somos iguales, todos somos libres, y todos merecemos la oportunidad de buscar toda la felicidad posible.
Reafirmando la grandeza de nuestra nación, comprendemos que la grandeza nunca está asegurada. Debe ser ganada. Nuestro sendero jamás estuvo hecho de atajos, y nunca nos contentamos con poco. No ha sido el camino para los mediocres, para los que prefieren el placer en lugar del trabajo, o buscan solamente las ventajas de la riqueza y la fama.
Por el contrario, han sido los que se arriesgan, los emprendedores, los que hacen cosas -algunos conocidos, pero más frecuentemente hombres y mujeres cuyo trabajo es desconocido-, los que nos impulsaron en el largo y difícil sendero hacia la prosperidad y la libertad.
Por nosotros, recogieron sus pocas pertenencias y viajaron a través de océanos en busca de una nueva vida.
Por nosotros, trabajaron en inhóspitos talleres y se asentaron en el Oeste, resistieron latigazos y labraron la dura tierra.
Por nosotros, lucharon y murieron, en lugares como Concord y Gettysburg; Normandía y Khe Sahn.
Una y otra vez esos hombres y mujeres lucharon y se sacrificaron y trabajaron hasta que sus manos se llenaron de llagas, para que nosotros pudiéramos vivir una vida mejor. Ellos vieron a Estados Unidos más grande que la suma de sus aspiraciones individuales, más grande que todas las diferencias de nacimiento o riqueza o facciones.
Esa es la vía que proseguimos hoy. Seguimos siendo la nación más próspera y poderosa de la Tierra. Nuestros trabajadores no son menos productivos que cuando comenzó esta crisis. Nuestras mentes no son menos creativas, nuestros bienes y servicios no menos necesitados de lo que lo eran la semana pasada o el mes pasado o el año pasado. Nuestra capacidad se mantiene intacta. Pero han acabado los tiempos del inmovilismo, de la protección de intereses mezquinos y de la dilación de decisiones difíciles. A partir de hoy debemos levantarnos, sacudirnos la desidia y recomenzar la tarea de reconstruir el país.
Porque donde sea que miremos, hay trabajo que hacer. El estado de nuestra economía llama a la acción, enérgica y rápida, y actuaremos, no solamente para crear nuevos empleos, sino para sentar nuevas bases para el crecimiento. Construiremos las calles y los puentes, la red eléctrica y las líneas digitales que alimentan nuestro comercio, y que nos unen. Devolveremos la ciencia a su debido lugar, y usaremos las maravillas de la tecnología para incrementar la calidad de nuestro sistema de salud y reducir su costo.
Domaremos el sol y los vientos y la tierra para alimentar nuestros vehículos y hacer funcionar nuestras fábricas. Y transformaremos nuestras escuelas y colegios y universidades para enfrentar los desafíos de la nueva era. Podemos hacer todo eso, y todo eso lo haremos.
Pero hay quienes ponen en duda el alcance de nuestras ambiciones, quienes sugieren que nuestro sistema no puede generar demasiados planes. Su memoria es corta. Olvidaron lo que este país ya hizo, lo que los hombres y mujeres libres pueden lograr cuando la imaginación se une a un objetivo común, y la necesidad al coraje.
Lo que los cínicos no llegan a comprender es que el suelo se ha abierto bajo sus pies, que los viejos argumentos que tanto tiempo se nos impuso ya no tienen validez. La cuestión que ahora nos planteamos no es si nuestro gobierno es demasiado grande o demasiado pequeño, es saber si funciona, si ayuda a las familias a hallar trabajo y sueldos decentes, a tener cuidados médicos asequibles, y una jubilación digna. Cuando la respuesta sea afirmativa, seguiremos adelante. Cuando sea negativa, pondremos fin a esos programas.
Y a quienes entre nosotros manejamos el dinero público se nos debe pedir cuentas -para gastar de forma sensata, acabar con los malos hábitos y ser transparentes-, porque sólo entonces podremos restaurar la vital confianza entre el pueblo y su gobierno.
Tampoco se trata de preguntarse si el mercado es una fuerza del bien o del mal. Su poder para generar riqueza y extender la libertad es incomparable, pero esta crisis nos ha recordado que, sin una atenta vigilancia, el mercado puede descontrolarse, y que una nación no puede ser próspera cuando sólo favorece a los más ricos.
El éxito de nuestra economía no ha dependido solamente de la importancia de nuestra renta nacional, sino también de nuestra prosperidad; de nuestra capacidad para ofrecer oportunidades a quienes lo desean, no por caridad, sino porque es el camino mas seguro para alcanzar el bien común.
Para nuestra defensa común, rechazamos por falsa la opción entre nuestra seguridad y nuestros ideales. Nuestros Padres Fundadores, que se enfrentaban a peligros difícilmente imaginables, elaboraron una Constitución sometida al imperio de la ley y a los derechos humanos, una norma que se ha perpetuado generación tras generación. Aquellos ideales aún iluminan el mundo, y no renunciaremos a ellos por intereses turbios.
Así, digo a todos los demás pueblos y gobiernos que nos observan hoy, desde las grandes capitales hasta el pequeño pueblo donde mi padre nació: sepan que Estados Unidos es amigo de cada nación y de cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad, y que estamos dispuestos a ejercer nuestro liderazgo una vez más.
Recuerden que las precedentes generaciones se enfrentaron al fascismo y al comunismo no solamente con tanques y misiles, sino también con resistentes alianzas y sólidas convicciones. Comprendieron que solamente nuestro poder no podría protegernos, ni permitirnos hacer lo que quisiéramos. En cambio, comprendieron que nuestro poder es mayor cuanto mas prudente es; que nuestra seguridad emana de la justeza de nuestra causa, de la fuerza de nuestro ejemplo, y de las cualidades de la humildad y la moderación.
Somos los continuadores de este legado. Guiados por esos principios una vez más, podemos superar estas nuevas amenazas que requieren incluso un mayor esfuerzo, mayor cooperación y comprensión entre naciones.
Comenzaremos a dejar responsablemente Irak a su pueblo, y a forjar una paz duramente ganada en Afganistán. Con viejos amigos y ex adversarios, trabajaremos incansablemente para reducir la amenaza nuclear, y hacer retroceder el espectro del calentamiento del planeta. No nos disculparemos por nuestro estilo de vida, ni vacilaremos en su defensa, y a quienes tratan de hacer avanzar sus objetivos provocando el terror y matando a inocentes, les decimos que nuestro espíritu es más fuerte y no puede ser doblegado, que sobreviviremos a ellos y los derrotaremos.
Porque sabemos que nuestra herencia multicultural es una fuerza, no una debilidad. Somos una nación de cristianos y musulmanes, judíos e hindúes y de no creyentes. Estamos integrados con todos los idiomas y culturas, llegados de cada rincón de esta Tierra, y porque probamos el amargo sabor de una guerra civil y de la segregación, y emergimos de ese oscuro capítulo más fuertes y más unidos, no podemos dejar de creer que los viejos odios deben ser superados algún día, que las divisiones tribales deberán disolverse pronto, que en la medida en que el mundo se hace más pequeño, nuestra humanidad común deberá revelarse, y que Estados Unidos debe jugar un papel para orientarnos hacia una nueva era de paz.
Con el mundo musulmán, buscaremos un nuevo enfoque para avanzar, basado en el interés y el respeto mutuos. A aquellos líderes del mundo que buscan alentar los conflictos o atribuir los problemas de nuestras sociedades a Occidente, sepan que sus pueblos los juzgarán por lo que puedan construir, no por lo que destruyan.
Quienes se mantienen en el poder a través de la corrupción, la mentira y silenciando a la disidencia, sepan que están en el lado equivocado de la historia, pero que les tenderemos la mano si están dispuestos a aliviar el cerco.
A los pueblos de las naciones pobres, prometemos trabajar con vosotros para hacer florecer vuestros cultivos y que fluya el agua limpia, para nutrir cuerpos hambrientos y alimentar espíritus voraces.
A aquellas naciones que como nosotros gozan de una relativa abundancia, les decimos que no podemos permitirnos la indiferencia ante quienes sufren en nuestras fronteras, ni podemos consumir los recursos mundiales sin tener en cuenta sus efectos. Porque el mundo ha cambiado y debemos cambiar con él.
Cuando consideramos el camino que se abre ante nosotros, recordamos con humilde gratitud a los valerosos estadounidenses, que en este mismo momento, patrullan distantes desiertos y remotas montañas. Tienen algo que decirnos hoy, al igual que los héroes caídos que yacen en Arlington a través de los tiempos. Les rendimos honores no solamente porque son los guardianes de nuestra libertad, sino porque representan el espíritu de servicio, la voluntad de encontrar un significado en algo que los trascienda.
Y en este momento -un momento que definirá a una generación- es precisamente ese espíritu el que debe habitarnos a todos.
Porque por mucho que un gobierno pueda y deba hacer, es finalmente la fe y la determinación del pueblo estadounidense lo que sostiene a esta nación. Es la amabilidad de acoger a un extraño cuando los diques se rompen, la solidaridad de los trabajadores que prefieren trabajar menos horas para que un amigo no pierda su trabajo lo que nos guía en las horas oscuras. Es el coraje de un bombero que corre hacia un edificio humeante, pero también la determinación de los padres de alimentar a su hijo, lo que finalmente decide nuestro destino.
Nuestros desafíos pueden ser nuevos. Los instrumentos con los que los enfrentamos pueden ser nuevos. Pero todos estos valores de los cuales depende nuestro éxito -trabajo duro y honestidad, valor y lealtad, tolerancia y curiosidad, lealtad y patriotismo- son antiguos. Esos valores son verdaderos. Han sido la fuerza silenciosa del progreso a lo largo de nuestra historia.
Lo que se nos pide es, pues, un retorno a esas verdades. Lo que se requiere de nosotros ahora es una nueva era de responsabilidad, un reconocimiento, por parte de cada estadounidense, de que tenemos deberes para con nosotros mismos, deberes que no aceptamos a regañadientes, sino que los acogemos de buena gana, firmes en la convicción de que nada es tan satisfactorio para el espíritu, tan decisivo en nuestro carácter, como dar todo de nosotros ante una tarea difícil.
Éste es el precio y ésa es la promesa de la ciudadanía.
Ésta es la fuente de nuestra confianza: saber que Dios nos llama a dar forma a un destino incierto.
Este es el significado de nuestra libertad y nuestro credo: por qué hombres, mujeres y niños de todas las razas y religiones pueden unirse en una celebración a lo largo de esta magnífica explanada, y por qué un hombre cuyo padre hace menos de sesenta años no hubiera sido atendido en un restaurante, puede ahora presentarse ante ustedes para hacer el juramento más sagrado.
Entonces, marquemos este día recordando quiénes somos y cuán lejos hemos llegado. En el año del nacimiento de Estados Unidos, en los meses más fríos, un pequeño grupo de patriotas se apiñaba, muriendo en los campos de batalla sobre las riberas de un río helado. La capital fue abandonada. El enemigo estaba avanzando. La nieve estaba teñida de sangre. En el momento en que la revolución era más incierta, el padre de nuestra nación dictó estas palabras para que fueran leídas al pueblo:
"Que se diga al mundo del futuro... que en la profundidad del invierno, cuando nada podía sobrevivir sino la esperanza y la virtud... que la ciudad y el país, acechados por un peligro común, salieron a enfrentarlo".
Estados Unidos: ante nuestros peligros comunes, en este invierno de dificultades, recordemos esas palabras eternas. Con confianza y con virtud, enfrentemos una vez más esas corrientes heladas, y las tormentas que puedan venir.
Que los hijos de nuestros hijos digan que cuando fuimos sometidos a prueba nos negamos a abandonar el desafío, que no nos echamos atrás ni vacilamos, y con los ojos puestos en el horizonte y con la gracia de Dios, llevamos este gran don de libertad y lo entregamos intacto a las futuras generaciones.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Hacia el Español

¡Hablamos español!

En Estados Unidos hay más de veinte millones de personas que hablan español. En Miami el sesenta y cinco por ciento de la población es de origen hispano. En Nueva York es muy corriente ver anuncios en castellano, sobre todo en el metro, y hay barrios de inmigrantes en los que se oye hablar más español que inglés. […]

01. Clasifica las frases en verdaderas (V) o falsas (F) y enseguida marca la secuencia correcta.

[ ] En los Estados Unidos no se habla español oficialmente.
[ ] En Miami el 65% de la población nació en España.
[ ] En Nueva York no hay barrios de inmigrantes.
[ ] En los barrios de inmigrantes la gente habla más español que inglés.

Chiste

Un hombre va a un abogado:

- Y usted, ¿cuanto cobra por una consulta rápida?

- 10.000 pesetas por tres preguntas.

- ¡Vaya! Es un poco caro, ¿no?

- Sí... y dígame, ¿cuál es su tercera pregunta?

jueves, 19 de marzo de 2009

Notícias - Educação

Dicas para Leitura de Textos em Espanhol

Comecemos lendo o texto abaixo:
LAEGL!

De aorcdo com uma pqsieusa de uma uinrvesriddae ignlsea, não ipomtra em qaul odrem as lrteas de uma plravaa etãso, a úncia csioa iprotmatne é que a piremria e útmlia lrteas etejasm no lgaur crteo. O rseto pdoe ser uma ttaol bçguana que vcoê pdoe anida ler sem pobrlmea. Itso é poqrue nós não lmeos cdaa lrtea isladoa, mas a plravaa cmoo um todo.

Entenderam? Tenho certeza que sim! Sem ninguém precisar ensinar, vocês já estão utilizando uma importante estratégia de leitura para textos em língua estrangeira. Notem que, nessa “bagunça” de texto que não está nem no espanhol nem no português normativo, podemos entender a mensagem principal. O importante não é ler letra por letra, mas a palavra e, muitas vezes, a frase como um todo. Algumas letras e algumas palavras são desnecessárias para a compreensão da frase. Valendo-se dessa estratégia de leitura é que leremos nossos textos em espanhol. Vocês não podem se estressar por não conhecer todas as palavras.
Acreditem: para um bom leitor, isso não fará muita diferença!

Como se preparar antes da prova:

Leia textos. Leia tudo. Não importa se é em espanhol ou em português. O importante é ler! Revistas, jornais, livros, módulos, bula de remédio, etc. O bom leitor do português conseqüentemente será um bom leitor em espanhol. No dia a dia, procure, além de responder provas de vestibular, acessar textos diversos em espanhol. Hoje em dia isso é fácil com a internet. Tente ler as notícias diárias em jornais como: http://www.elpais.es, http://www.clarin.ar, http://www.cnnenespanol.com, ou outros do mundo hispânico que você poderá escolher em http://www.laprensa.com.

Conselhos sobre o que fazer diante do seu texto:

1° passo: Leia o título e observe as figuras. Não leia o texto. Pare para pensar durante 01 minuto nas figuras e no título. O que lhe faz lembrar? Que experiências ou leituras prévias você já fez sobre aquele assunto? Este minuto é precioso, pois virão à sua mente algumas palavras ou situações que serão comentadas no texto. É uma pré-leitura feita na sua própria cabeça.
2° passo: Leitura rápida: Cronometre 05 minutos para “passar o olho” no texto. Você não deve se estressar nem ficar parando em cada palavra desconhecida. Nenhum concorrente conhece todas as palavras! E isso não fará diferença nessa hora. O importante agora é que com as palavras que você conhece você deve ter uma idéia geral e extrair os tópicos principais do texto.
3º passo: Leia as questões: Agora você deve começar a filtrar o que realmente lhe interessa. Você não está lendo um texto para o “deleite pessoal”, mas sim lendo com um objetivo de responder questões diretas e passar no vestibular. Por isso, não é importante saber tudo, mas o necessário para responder as questões. Portanto, procure lê-las e tentar já identificar as proposições absurdas que com certeza não poderão ser identificadas no texto. Em uma prova de múltipla escolha, normalmente você já elimina 02 assertivas.

4º passo: Releia o texto: Não existe nenhum gênio que consiga memorizar todas as informações pertinentes de um texto em língua estrangeira com apenas uma leitura. Releia agora com mais calma. Busque as informações necessárias e importantes para suas respostas. 60% das questões de interpretação incidem sobre partes específicas do texto e você poderá encontrá-las facilmente.

Dicas de tradução

Muitas vezes, notaremos que, quando sabemos algo sobre a pronúncia do espanhol, conseguimos ler melhor os textos. Devido a isso, vale a pena conhecer a pronúncia de algumas letras e observar como elas podem ajudar-nos:

El Abecedário

Las vocales - a, e, i, o, u

As vogais em espanhol têm uma pronúncia muito parecida ao português. Normalmente, as letras “e” e “o” são pronunciadas um pouco mais fechadas como se fosse “ê” e “ô”. Algo importante sobre a tradução é notar que o encontro vocálico – ie – muitas vezes é traduzido somente para um – e – no português:
Exemplos: pierna (perna), fiesta (festa), comiendo (comendo). Também notem que o encontro – eu – muitas vezes é traduzido para um simples – o.
Exemplos: encuentro (encontro), puede (pode), sueño (sono ou sonho – dependerá do contexto), huevo (ovo), hueso (osso).
B (be) / V (uve)

As letras “b” e “v” em espanhol têm o mesmo som. Um som bilabial (os dois lábios se encostam – como o som da palavra “bola” no português). Algumas vezes uma letra substitui a outra na tradução.

Exemplos: caminaba (caminhava), escribía (escrevia), cantaba (cantava).
Curiosidade: Vocês já observaram que essa pronúncia igual de “b” e “v” do espanhol já gerou e ainda gera algumas dúvidas sobre algumas palavras do português? Afinal, qual é o correto no português “berruga” ou “verruga”? “barrer” ou “varrer”? “covarde” ou “cobarde”? Tire suas dúvidas em bons dicionários, mas já vou adiantando que todas as formas que eu escrevi são possíveis no português. Isso é um resquício que ainda temos de uma época em que no português as duas letras também eram pronunciadas da mesma forma.
CH (che)

O “CH” do espanhol tem um som que vocês não esquecerão. É só lembrar como os gaúchos falam “che” ou do próprio ícone revolucionário “Che Guevara”. Para tradução, é importante lembrar que, muitas vezes, o “ch” no meio das palavras corresponde a um “it” do português. Exemplos: ocho (oito), mucho (muito), pecho (peito).
H (hache)

O “H” é mudo, não tem som, igual ao português, mas a sua tradução, muitas vezes corresponde a um “F”. Exemplos: hígado (fígado), hormiga (formiga), hablar (falar), hacer (fazer).
J (jota)

Seu som é parecido ao nosso “RR”. Afinal, quem não conhece alguns nomes como “Don Juan” ou “Alejandro”? Importante notar que, muitas vezes, quando o “j” está no meio de vogais pode ser traduzido como “lh”.
Exemplos: paja (palha), ajo (alho), ojo (olho), mujer (mulher), hoja (folha), hijo (filho).

LL
O “elle” é uma das letras que tem as pronúncias mais variadas em espanhol, dependendo da região onde é falado. Varia de um som de “lh”, “j”, “dj”, e “i”. Notem que, algumas vezes, quando o encontramos no início de uma palavra, pode ser traduzido ao português como “ch”.
Exemplos: Llamar (chamar), llorar (chorar), lluvia (chuva), llegar (chegar).

Sufixos
-able: corresponde ao –ável do português. Exemplos: deplorable (deplorável), amable (amável), variable (variável), considerable (considerável)
-ible: corresponde ao –ível do português. Exemplos: comestible (comestível), invisible (invisível)
-ón: corresponde ao –ão do português. Exemplos: elección (eleição), rincón (rincão), decepción (decepção)
-aje: corresponde ao –agem do português. Exemplos: viaje (viagem), aterrizaje (aterrissagem).

lunes, 16 de marzo de 2009

Artigo - Ciência

Las ventajas de una segunda lengua

Según un estudio llevado a cabo por investigadores del University College de Londres, el aprendizaje de nuevas lenguas puede aumentar el poder del cerebro, de modo que hay buenas razones para comenzar de una buena vez. El estudio mostró también que personas que aprenden otras lenguas en edad no tan temprana no llegará a ser tan fluentes como los que empiezan antes.

En muchos países, esto es un hecho reconocido, como ocurre en Europa, donde los niños empiezan a aprender una segunda lengua en los primeros años de la escuela. De acuerdo con el Centro de Lingüística Aplicada, aprender una segunda lengua en la escuela primaria rendirá el mayor beneficio a los estudiantes. En Estados Unidos, es normal que lo estudiantes no tengan acceso a cursos de lenguas antes de la enseñanza secundaria o incluso de la universidad, cuando muchos de ellos sienten la necesidad de otra lengua para sus estudios.

En realidad, ser bilingüe o multilingüe no sólo mejora nuestro contacto con otras culturas sino también acarrea muchas ventajas en el mercado de trabajo, puesto que los empleadores saben apreciar los candidatos que hablan una segunda lengua, que son los que ascienden más fácilmente en las empresas, según Bilingual Services Inc.

Aprender lenguas extranjeras no sólo puede mejorar nuestras funciones cerebrales y capacidad de aprendizaje, sino también nuestra aptitud social con los demás.